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El mermao
Ojalá la fiesta hubiese acabado ahí mismo, pero todavía quedaban tropocientas raciones de no sé qué potaje espeso. Encima, venían acompañadas de un réquiem, que empezaba con un “telecomestodo” y terminaba con un “sinonotelevantas…”.
Madres son madres, vecina, y a mí me tocó una con el admirable empecinamiento de que me gusten los potajes. Una cucharada más, y creo que me dará algo; es que tampoco me entra más líquido “pasamenudos”. ¿Cuántas vísceras tiene un jodido pollo? ¿También me tengo que comer lo verde y lo rojo? Juro que para el próximo cumpleaños pido de regalo un gato. ¿Que para qué un gato? Para que se coma los menudos, pa’ eso.
«¡Que no apartes el tomate ni la acelga! Cómete todo, no ves que estás mermao. Si hasta te cuento las costillas y, en cuanto te cuente las ideas, es que además te has quedado subnormal. Ay, que disgusto…».
La vida tiene que ser algo más que luchar contra este plato, porque si mi universo calórico se reduce al interior de un pollo, juro que prefiero ser mermao y subnormal, me decía una voz interior.
El gato no vino de regalo, al menos no en esos incómodos momentos tan espantosamente nutritivos. La que sí vino fue la Maizena, que no es mucho decir, pero templa la desazón, que ya es bastante.
15 comentarios:
Si nos habrán obligado a comer cosas que nos desagradaban cuando niños! Recuerdo muchas comidas que parecían tener poderes telekinéticos ya que hacían que mi estómago se moviese al punto de querer saltárseme por la boca.
Desde que comencé a leer su historia se instaló una sonrisa en mis labios, me encantó la manera en que cuenta sus desventuras con los potajes.
Lindo regalo de fin de semana el suyo!!! Gracias.
gracias,me hizo recordar a mi abuela,con sus cremas de maizena, con azucar quemado arriba y frutillas de la propia huerta
Pues yo sigo usando maizzena.
Un beso
Nela
Me trajo un recuerdo a mi mente, pero no de menudos de pollo sino con la maizena. En casa había un recetario de maizena, donde estaban los clásicos alfajores de maizena. Cuando andaba en épocas de conquistas no sabía cocinar absolutamente nada, pero tomé de un manotazo el recetario para preparar los tradicionales alfajorcitos. Salió perfecto y gustaron, el tema es que ahí me quedé, hasta que transcurridas unas cuantas veces en las que lo único que hacía eran alfajorcitos, casi me suplicaron que no los hiciera más.
Me sigue causando gracia, esa mezcle de ternura con la cual me lo solicitaron, eso sí haciendo hincapié en que eran muy ricos, pero BASTA!!!!
Anónimo 1: la Maizana participa poco y nada de mi mundo gastronomito actual, aunque admito que le debo algunos favores, como el hecho de no haber quedado subnormal, por ejemplo.
Anónimo 2: comer galletitas de la abuela y mirar las películas del domingo… Juto que ese ritual no lo conozco ;)
Nela: bueno, comparta, yo pago el mistela
Pao: bienvenida. ¿El candidato fue el que se cansó de los alfajorcitos? Ingrato.
Mermao! Jamás me había topado con esa expresión, es muy graciosa!
Flenning,mi abuela hacía cremas,no galletitas, y no tenía televisor,películas no miraba,en esas épocas solo jugaba:)
aún ,el tiempo,sigo haciendo esa crema ,riquísima,solo MAIZENA,lo puede:)
iejex: sí, es una palabra graciosa, sobre todo si se la dicen a oro ;)
Anónimo 2: yo imaginé que era usted quien miraba televisión mientras comía los preparados de su abuela.
Pau: es un arte hacer alfajorcitos de maizena y que te salgan justo a punto. Buena arma de conquista y más si a la receta le agregas dos cucharadas de cariño, alguna más de paión y cantidad necesaria de amor...
Bueno, de los alfajorcitos nada más, así que tan ingrato no ha sido. Ya van casi 20 años Gracias por la bienvenida ;)
Ahh, me lo estoy imaginando Flenning!!, sufriendo y tragando los potajes que hacian nuestras madres!!.De los menudos pase y sigo pasando, podian dejarme todo un dia sentada que no los iba a comer( y no tenia gato que me salvara). El resto de los potajes espesos y de dudoso color me los tenia que comer igual, pero sobrevivimos, asi que supongo que tan malos no fueron :)
Algo muy rescatable es que sin la maizena mi tia no podria haber preparado esos impresionantes y deliciosos alfajorcitos de maizena!, de los cuales me paso la receta( no me quedan ni por asomo iguales, pero igual lo sigo intentando).
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