lunes, noviembre 01, 2010

La leyenda del Infierno, reflexión teórica

No sé por qué recuerdo ahora, quizás por Halloween, a un profesor de Termodinámica que había preparado un curioso examen sobre la expansión de gases. El examen, además de tener solo una pregunta, proponía la resolución de un sofisma, a saber:

¿El Infierno es exotérmico o endotérmico? Más concretamente, ¿el Infierno emite calor o absorbe calor? Justifique su respuesta.




La resolución de examen no solo requería conocer la Ley de Boyle, sino tener una hipótesis de Infierno, incluso de sus vecindades. La pregunta era simple, pero la respuesta se presentaba como inquietante, como la respuesta a ¿trato o truco?

¿Qué contestar cuando el Todo y la Nada son ciertos al mismo tiempo?

Entonces, recordar aquel examen me hizo recordar, también, que mi padre solía decirme que para salir de un sofisma no hay nada mejor que otro sofisma…

Para responder algo acerca de la temperatura del Infierno primero es necesario saber cómo varía en el tiempo su masa y, por lo tanto, es necesario saber la frecuencia con la que las almas entran y salen de él.

Afirmación 1: con algún grado de verosimilitud es posible afirmar que, una vez que un alma ha entrado en el Infierno, ya no sale nunca más. Claro, si acaso un alma no tiene su destino, entonces va al Purgatorio, pero no al revés.

Corolario de la afirmación 1: un alma en el Infierno es un alma sin remedio. Así pues, del Infierno nada sale, de modo que la masa del Infierno no es decreciente.

Sabemos ya que nada sale del Infierno, pero no sabemos si, en realidad, algo entra en él. ¿Hay algún alma en el Infierno?

Afirmación 2: el conjunto de almas en el Infierno no es vacío. Para sustentar esta afirmación solo basta apelar al principio del pecado original. Si hay pecado, hay castigo.

Considerando que es más fácil hacer el mal que hacer el bien, se deduce que el número de pecados por persona y de personas que pecan es creciente según crecen las tentaciones.

Corolario de la afirmación 2: si el conjunto de personas que pecan crece, entonces el Infierno tiene un conjunto de almas no vacío y creciente. El Infierno es un espacio muy parecido al Hotel de Hilbert.

Afirmación 3: la Ley de Boyle establece que, para que la temperatura y la presión en el Infierno permanezcan invariables, el volumen de este se tiene que expandir según se van añadiendo almas.

Esto nos da dos posibilidades:

1.- Si el Infierno se expande a una velocidad más baja que la frecuencia a la que entran las almas, entonces la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que este reviente.

2.- Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la frecuencia de entrada de almas, entonces la temperatura y la presión caerán hasta que este se congele.

¿Entonces, qué?, ¿el Infierno emite o absorbe calor?

Si considero cierto aquello que dijo una vieja amiga: «El Infierno se congelará antes de que yo me acueste contigo», y dado el hecho de que todavía no lo he conseguido, entonces el enunciado número 2 no puede ser cierto; así pues, el Infierno es exotérmico.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, señor, en qué brete nos pone!!
Existe el Infierno como lugar físico, allí donde las almas se queman constantemente emitiendo sonidos desgarradores? Existe el Paraiso como lugar celestial en donde todo es suave, armónico?
Qué mezcla!! Pensaba en las almas que se conocen de otra vida, y ahí se produce el cortocircuito... Debemos pensar que un Dios tan bondadoso podría negarnos que nos vayamos purificando y quitarnos la oportunidad de salvarnos? Él es un ser perfecto y nosotros no, nos alcanzaría sólo una vida para serlo? Qué es Pecado? Qué no lo es?
En cada paso que damos nos encontramos con seres que se alejan cada vez más de la perfección, la pureza, explotará el infierno entonces? Si bien considero que el ser humano debe tender a alcanzar la perfección aunque cada uno lleve su propio infierno y su anhelado cielo en sí.
Podría plantear interrogantes y respuestas a granel pero prefiero aplaudir su escrito que nos lleva a disquisiciones, que hacen pensar, todo un logro, señor!!

Anónimo dijo...

La verdad, las reflexiones teóricas de toda índole deberían tener un broche de humor como el que cierra este escrito. Los sofismas nos invaden hasta desde las propagandas, al punto de que cuando uno se come una milanga empieza a preguntarse... si la dosis de colesterol que consume lo acercará más rápido que tarde al cielo (o al infierno?). Los análisis que se hacen de la realidad a menudo contienen tantos sofismas que no se acierta a vislumbrar ni el piso en el que uno está parado, y la base de sustentación se achica, y uno se marea y termina yéndose de cara al suelo.
Celebro su ironía. Usted pone a Prygogine a festejar Halloween. Tal es el poder de su palabra.

Viejex dijo...

AH! Como me gustan estas paradojas! Sin embargo no puedo pasar por alto una afirmación tácita con la que no estoy de acuerdo: Nadie sabe a ciencia cierta que es un alma y usted se despacha con la aserción de que las mismas tienen masa. ¿Que pasa con su deducción si fueran de antimateria?

Flenning dijo...

Anónimo 1: ¿qué le parece si le dice a mi amiga todo lo que usted piensa de mi? Quizás pueda convencerla y me gano el cielo o, por lo menos, me vuelve el alma al cuerpo.

Flenning dijo...

Anónimo 2: pese a todo, imagino que la frontera del Infierno, la frontera del Caos, es un sitio aún más siniestro que el Infierno mismo. ¿Y usted qué opina, truco o trato?

Flenning dijo...

Viehex: no insista, no me convencerá. Su alma está condenada.

Anónimo dijo...

Qué opina usted? Vino infernal o unos caramelitos de celeste morondanga?
Firmado: Anónimo 2

Flenning dijo...

Anónimo 2: de momento apuesto por la absenta, que es una mezcal de caramelos verdes derretidos gota a gota sobre licor inferna. Ya vel, caos al fin.

Por cierto, sigo sin saber si usted apuesta por truco o por trato.

Anónimo dijo...

Hombre, mucho caos, mucho caos, pero su capacidad de abstracción parece que anda flaqueando. La propuesta entre el vino y los caramelos intentó ser un claro trato, pero ahora que eligió la absenta, me arrepentí y digo truco. Prepárese, porque voy al ataque.

Anónimo 2

rene orlando dijo...

Acostarse con amigas?. Recuerde que no hay necesidad de fuego, el infierno son los otros.

Flenning dijo...

Anónimo 2: Es que entre vino Infernal y caramelos de morondanga no hay trato posible. Además, como ya fue demostrado, el Infierno es exotérmico y ese vino suyo se macera en la patraña.

Ya que viene a beber absenta y ya que el punto de encuentro es la Frontera de Sucesos, ese lugar donde todos los gases se expanden sin cesar, le quiero pedir un favor. ¿Podría traer la soda?

Flenning dijo...

Rene orlando: como decía Chikhachev, la tragedia es la previsibilidad y el Infierno es trágico. Solo la incierta espera de Martina, o de la lluvia y la sombra en Wikigasta, o del “Si” de mi amiga son la hipótesis de paraíso.

Anónimo dijo...

Lo que usted nombra como "Frontera de sucesos" se refiere a un horizonte de eventos futuro o pasado? Digo, porque el pasado quizá haya sido poblado de la cantidad necesaria y suficiente de hadas verdes. En cambio, el futuro viene con una jarra de agua helada. Un poco para salpicarla sobre su enervante relatividad, por ver si se despabila, y otro poco para agregar a la absenta. Soda? Cómo se le ocurre...!
Anónimo 2

Flenning dijo...

Anónimo 2: Leyendas y tradiciones, así se llama esta vecindad del Caos. La leyenda ya se la conté: «… las almas verdes se esparcen por el hotel de Hilbert en una progresión infinita y numerable y bla, bla y bla […]». En cuanto a la tradición, anote. Yo tomo la absenta como la tomaba mi maestro Alfred Jarry y como la tomaba mi amigo Vincent y como la tomaba mi padre, o sea: tomo la absenta como se me da la gana.
Sin sifón no hay trato.

Anónimo dijo...

Imagine una cuchara perforada de agujeros negros, el agua helada que cae gota a gota sobre esa porción del universo observable y dulce, la sangre de todos los teóricos de la historia que se disuelve en una tierra de azúcar y cae en el verde mar. No es el Paraíso?
Y usted insiste con la soda!
Pues no hay trato. Tampoco hay truco. Y, por parafrasear al señor René Orlando que trajo a colación al señor Sartre (colación, colar el agua helada, atravesar la dulce tierra, derramarse en el verde mar), el infierno, en este caso, exotérmicamente hablando, es usted.
Anónimo 2

Anónimo dijo...

que las almas tienen masa?
usted alguna vez determino la masa de alguna?la vio?
esto es demasiado,siga con el vino flenning

Anónimo dijo...

Vaya hombre ! que se hace difícil emitir algún comentario luego de leer tanto" trato " " truco " absenta o ajenjo con o sin azúcar como mas le guste .Pero le cuento que de no ser por usted , que puso en el tapete el mismo Infierno , jamás me hubiese puesto a pensar si emitía o absorbía calor .
Ahora , dígame , ese Infierno existe ? Me inclino a pensar que el Infierno lo sufrimos aquí en la Tierra con nuestras propias acciones y no que exista un padre celestial , un Dios que es toda bondad que quiera para sus hijos un castigo eterno .
El sufrimiento presente , eso es el Infierno .
Por otra parte , no le puedo decir que sea exotérmico ya que nadie hasta el momento me ha dicho que no se acostaría conmigo hasta que el Infierno se congele :)
Cuando esté en el Infierno , le cuento mi parecer ,no creo que usted se salve , ni yo me salve :) acudiremos en tropel ...

Anónimo dijo...

Las mujeres de tu vida te van a llevar
te van a llevar, al infierno
las mujeres de tu vida te van a llevar
te van a llevar, al infierno...

http://www.youtube.com/watch?v=4tmXiNZ1HmA

Anónimo dijo...

al último anónimo, quizás sea al revés,el lleva a las mujeres de su vida al infierno,quizas?