miércoles, abril 02, 2008

Cien años de cielo santo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh, tú, cuervo, mensajero de Apolo...
No sé si fuiste más bello antes, cuando tenías las plumas blancas. Pero hoy, a pesar de ese halo negro que no te impuso Apolo, sino tu propio pasado, te ves tan fresco como la tarde, tan santo como la tradición y, sobre todo, tan esencial como el mensaje que traes en el pico.
Cuervo correveidile, cuervo del Arca. Vuela y vuelve. Siempre.

Anónimo dijo...

un gran homenaje de un cuervo a otro , pero más.de un hijo a un padre
felicitaciones,Carlos

Anónimo dijo...

Compartimos esa misma bandera y esa Gloria de sentir el color azul grana en el pecho. Ud. lo trae en los genes, yo, descubrí sola eso de pertenecer al Ciclón. Qué sabias sus palabras en este homenaje a quien le dio el ser. Su sensiblidad y buena madera afloran siempre. Una vez más dusfruté el placer leerlo, siempre. Tiene el gesto justo y la palabra adecuada. Es maravilloso su vuelo, querido cuervo!! Y sus plumas, también , nos ayudan a acompañarlo en él. Gracias, por dar al lector el placer de su letra, por permitirnos volar con Ud.!!!

Anónimo dijo...

Hoy, segùn las efemèrides, Ud. merece ser saludado en su dìa. Feliz Dìa del Escritor!!!!